Blogia
Crónicas de la Nada

Elegía por un Dedo Pulgar

Elegía por un Dedo Pulgar

Seguramente no imaginas cuánto te he extrañado.

Sin ti la vida no es igual, porque en estos días he descubierto que me haces tanta falta que si tú lo permitieras te integraría de nuevo y de inmediato en cada una de mis vivencias.

Abrocharse un botón se vuelve complicadísimo, lo mismo atar las cintas de los zapatos, porque sólo tú lo hacías.

Es curioso, pero a pesar que estás tan cerca, no estás, y 
debo esperar, maltrechamente ilusionado, a que la Vida te permita otra vez ser parte de mi.

Fue un momento de descuido -o locura- lo que me hizo perderte. Un simple descuido o exceso de confianza, que se tradujo en una herida que llevamos juntos. Igual nos duele, e igual sanará.

Ten fe, querido Dedo Pulgar. Ahora luces envuelto en tu mortaja, víctima de ese navajazo indolente que nos dimos por jugar con fuego. Es metáfora, porque jugamos con un filoso acero amigo, que también se descuidó.

Pero sé que pudo haberte arrancado para siempre de mi. Tiemblo de sólo pensarlo.

Triste seria la vida sin tí. Todo mi mundo existe en gran parte a ti, que logras asirlo como no lo logra ningún otro dedo.

Aprovecha y descansa, Dedo Pulgar. Pero alíviate pronto, porque aún nos quedan muchos Like que dar en la Vida. Y para eso, sólo tú.

0 comentarios