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Crónicas de la Nada

Niños

Niños Llegan juntos, pero con distinta actitud.Los grandes, preocupados porque el tiempo escapa, y los niños, saltando y riendo ante la expectativa del día, juego y diversión, que les espera.Los papás, no. Para ellos, la jornada seguramente será agobiante. Ver clientes, tratar con jefes necios, largas horas en un escritorioo un mostrador, quizá horas conduciendo el auto bajo condiciones extremas de calor y de  tráfico vehícular.Van a sufrir, porque así se gana el pan de cada día, para ellos y sus hijos .Ojalá fuera sólo el pan. Eso no implica mucho esfuerzo. En la vida moderna, hay que ganar para algo más. Para el jugo de frutas, la leche del niño, los pañales, el pago de la casa, para comprar la enorme pantalla de televisión frente a la que sueñan cada sábado cuando van a surtir la despensa.Y tantas cosas que quisieran tener, pero que son tan guajiras como ganarse la lotería y volverse rico de la noche a la mañana.Lo más seguro es que el sueldo no alcance más que para lograr la dignidad mínima que necesita la familia. Ya será en otra vida cuando disfruten la majestuosidad que debe existir en quien no tiene apuros económicosy sí la manera de cumplir todas sus ilusiones.Los niños que llevan de la mano, nada saben de eso. No necesitan mucho. Sólo comida cuando tienen hambre, la seguridad de que papá o mamá llegarán por ellos cuando se acabe el día, y nada más. Ni siquiera juguetes, porque se divierten saltando, gritando, peleando con sus amigos.En su imaginación, cualquiera lata es un avión que llega al fin del mundo. La piedra puede ser una montaña, y una varita el amigo aventurero que cruza todos los pantanos sin mancharse.No se preocupan si tienen o no tienen. Lo que tienen les basta, y su imaginación hace lo demás.Niños felices, lástima que ninguno sobrevive cuando les toca cruzar el mundo de los adultos. 

1 comentario

Emily -

Quién fuera niño otra vez?

Que nuestro niño interior no crezca nunca, seremos como Peter Pan, pero sobre todo Felices!!!

Felicidades al Autor.