Asimetria
Sin que venga al caso, llena de orgullo, nos dice que es originaria de la Ascención Nuevo León.
La Chona, le respondo, y sonríe.
Para los legos, esa población del sur de Nuevo León es la Ascención, pero para los de casa, es simplemente La Chona.
De ahí en adelante, la plática entra en confianza. Nos reconocemos de una misma tierra, aunque haya un abismo entre el pueblo y la ciudad.
No es gratuito su orgullo. Aún muy joven, la maestra tiene una doble responsabilidad. Sacar adelante esa escuela sin aulas, y llevar en algo el nombre de su familia y su tierra.
No debe ser fácil. En su rostro se nota el rastro de una operacion, seguramente de paladar hendido, que le dejo una asimetría que lleva con donaire.
No hay rostro perfecto. Sólo rostros agradables. El de ella lo es, pues lo adorna con un sonrisa permanente y no esconde su imperfección. Al contrario, la muestra como un militar sus medallas, o un luchador sus cicatrices.
Platica que extraña su tierra, pero quiere hacer algo bueno fuera, y luego regresar.
Dejar su huella en algo más que el pizarrón con el que da su clase.
Octubre 6 de 2009
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