Çírculos
La vida es una secuencia de círculos, nunca en línea recta.
No podríamos sobrevivir, porque la rectitud sólo existe en la imaginación de los soberbios.
Somos una serie de círculos. Algunos se entrelazan, y van formando una red. Otros, simplemente se abren, se cierran, y permiten pasar a otro totalmente distintos.
Cuando un círculo en nuestra vida se vuelve obsoleto, pequeño, se vuelve vicioso. Es dar vueltas una y otra vez, sin llegar a ningún lado.
Ni cuenta nos damos. Por tanto girar, creemos que seguimos en la vida loca, cuando en realidad es un mareo creciente que nos va a llevar al suelo. A morder polvo.
Pero en la ebriedad del momento, no sabemos reconocerlo.
Hablábamos de los círculos. Esos que giran y vuelven a empezar donde mismos.
A veces me preguntó en cuántos círculos voy viajando eternamente sin llegar a ningún lado.
¿Será ese el destino? Viajar sin punto final.
Debe ser de retrasados, que no les importa dónde estén. A los otros, los locos que necesitamos renovar sangre, proyectos, vida y objetivos, un círculo simplemente representa una piel que debemos quitarla, despegarla del cuerpo, para que éste pueda respirar.
Aunque sean círculos, es imprescindible que nos lleve a algún lado.
A menos que estemos muertos en vida.
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