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Crónicas de la Nada

Buenos propósitos

Buenos propósitos

Dejar de fumar y ponerse a dieta no es tan difícil.

De hecho, yo lo hago cada lunes.

Es demasiado esperar a que acabe un año para iniciar el año nuevo vida nueva. Es más rápido hacerlo cada semana.

Así, cada lunes el  cigarrillo se queda en un estante, sale el cereal y la fruta, y las toallas se quitan de la caminadora.

Es una nueva vida, tan efímera como la vida de una mosca.

Quién sabe si un día logre la perseverancia que se requiere para las grandes obras y los grandes proyectos.

Por ahora, la tentación vuelve apenas muere el día, o apenas llega el martes. Otra vez los cigarrillos viajan en la bolsa del pantalón o del portafolio. Los taquitos y las carnitas vuelven sobre el plato, y la caminadora se convierte en una excelente guardarropa.

Pero bueno, es peor no intentarlo nunca.

Octubre 12 de 2009

 

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