Blogia
Crónicas de la Nada

Milagros inadvertidos

Milagros inadvertidos

Hay días en que los milagros inician temprano.

Son milagros sencillos, casi inadvertibles, pero tan ciertos como que el sol sale todos los días.

La luz que entra por la ventana al amanecer. El aroma de una flor que escapa del jardín al dormitorio. Una sonrisa amorosa al lado.

El suave olor de unos panecillos calentandose al comal. El delicioso tufillo que sale de una cafetera.

La plática amable en la mesa, la televisión con buenas noticias, una llamada telefónica de un buen amigo.

La oportunidad de aclarar una duda a un niño, la oportunidad de acariciarle su cabecita llena de ideas, la sonrisa de un bebé y el brillo de sus ojos inundando nuestra existencia.

El saludo de un desconocido en la calle, el semáforo en verde todo el camino, el conductor amable que nos cede su derecho de paso en una calle.

Una taza de buen café al atardecer, una plática con un buen amigo, una vista panorámica del ocaso. Una sonrisa amorosa al llegar a casa.

Son milagros que inician temprano, y que muchas veces no los vemos.

Los dejamos pasar, y sólo los echamos de menos cuando no los tenemos.

Que tu mundo este lleno de esos pequeños milagros. Nada más.


Enero 21 de 2009

0 comentarios