Blogia
Crónicas de la Nada

Buenos deseos

Buenos deseos

Sólo buenos deseos encuentro por todos lados.

A donde vaya, así sea lugares tan disímbolos como una iglesia o un bar. Lo mismo me desea felicidades el albañil que trabaja en el casa, que el tendero, que el muchacho con pinta de pandillero que todos los días pasa por el frente de la casa y me saluda muy amablemente.

Como si los malos deseos, peores pensamientos y malvadas acciones quedaron encerradas en algún cajón de la casa. Todos se vistieron con una sonrisa, y cobijan a los demás con el afecto que encuentran por todos lados.

Me gustaría que siempre fuera así. Hasta en las páginas de los periódicos se refleja, sin tantos actos de barbarie. Hay sangre, pero lo que podríamos llamar normal, un par de accidentes, algún homicidio cometido bajo los efectos del alcohol, o por la pasión que se despierta en cualquier momento.

Pero aún esos son sin maldad manifiesta.

Ojalá así fuera todos los días, llenos de buenos deseos. Ya se que esos son los que usaron para empedrar el camino del infierno, pero entre tanto, algunos se pueden lograr.

Y serán suficiente para ir cambiando el rumbo de nuestras vidas.

Estos días me he dado cuenta que es falso que el mundo no pueda cambiar. Sí es posible. Si todos cambiamos un poquito.

Si todos actuamos como si fuera Navidad. Si todos fuéramos buenos por un día.

Sé que es como el hubiera, que no existe, pero estamos en la resaca navideña. Se vale soñar.

 

Diciembre 26 de 2009

 

 

0 comentarios