Los viajes
Los viajes plantean un enfrentamiento con lo desconocido.
No importa que vayamos a un lugar familiar, la incertidumbre se aposta a cada paso que damos.
Es adentrarse en un mundo diferente, salir del cascarón donde siempre estamos seguros.
El traslado en sí alberga riesgos, el peligro de un accidente, la descompostura del coche, el avión o hasta la fractura de un pie, si es que vamos caminando.
Pero viajamos y no dejaremos de hacerlo cuantas veces se pueda.
En una generación donde todo es posible, hasta ir a la luna, desperdiciar el tiempo quedándose en casa toda la vida es inadmisible. El mundo es tan grande como el conocimiento, y está con una invitación en la mano.
Todos tenemos un lugar preferido a donde hemos ido cuantas veces hemos podido. Y ni así se conoce en su totalidad.
El mundo es mucho más grande y los viajeros célebres lo fueron por sus primicias en cierto viaje, no por la cantidad de viajes que hicieron.
Hoy, miles de personas hacen a diario el recorrido que hizo Colón para encontrar a América para los europeos. Miles siguen los pasos de Marco Polo. Todo se vuelve fácil.
Pero aunque con menos riesgos, siempre existe la emoción del viaje, el enfrentarse a retos, conocer lugares y amigos.
Eso es vivir, simplemente.
Octubre 15 de 2009
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