Cambio de dirección
Cambio de dirección A veces los amigos me preguntan por las Crónicas, e invariablmente recuerdan alguna. Debe ser como las canciones, que nos gustan en la medida que se adaptan a un recuerdo o un deseo, o porque la escuchabamos cuando ibamos a ver a alguien o nos acababamos de enamorar. Igual esas cronicas de la Nada. Como tengo unas musas traviesas, la verdad es que lo mismo va desgranando su inspiracion en torno a la luna, que en torno a una piedra mal colocada en el camino. Es la ventaja de la nada. Cabe en todo. Cuando llego a una reunión, de pronto alguien hace el comentario: ¿cómo vas con las cronicas? Bien, respondo invariablemente. No puedo ir mal, si las hago con gusto, por el placer de platicar algo al mundo. Y luego, me dicen que acostumbran leerlas todos los d{ias. Un buen cumplido, lo acept{o y hasta lo disfruto. No importa que no sea del todo exacto. Sé que las leen, a veces y de tarde en tarde, cuando el aburrimiento los orilla a entrar al internet. Pero se que no siempre se acuerdan. De otra manera, me digo, hubieran descubierto que no hay nuevas crónicas en la antigua dirección. Septiembre 24 de 2009
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