Blogia
Crónicas de la Nada

La hormiga

La hormiga

Por Francisco Zúñiga Esquivel

La hormiga sube por la pantalla de la computadora con la facilidad que le da la naturaleza para escalar muros, por lisos que nos parezcan a los humanos.

Seguramente va enceguecida por la luz, pero Naura le dio un instinto de orientación que la lleva a una salida. Trae un objetivo, y lo sigue pese a todo.

Va caminando, mostrando su cuerpo a contraluz, delgado, acinturado, y firme.

La hormiga no pide permiso. Para ella no hay límites y entra lo mismo en la mesa de quienes  comen, que en la pared donde hizo su hogar, o en la tierra de sus antepasados.

Esta hormiga quizá no conoce lo que es esa tierra, el suelo natural de nuestro planeta. Está dentro de la casa, sobre una mesa, y quizá su hogar es en algún muro a donde entra por un hueco imperceptible.

Es exiliada en su mundo. Se ha adaptado perfectamente a su entorno, aunque tenga que compartirlo con los humanos.

Lástima que estos sean más fuertes y no todos la acepten.

Andará por ahí la hormiga, cargando galletas, fideos, y frijoles, de la mesa a su guarida, hasta que una mano sin respeto por la vida ajena decida retirarla para siempre.

0 comentarios