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Crónicas de la Nada

Cansancio

Cansancio

Hay días en que el cansancio altera los sentidos.

Las manos pesan, la lengua se traba, el cerebro se embota. Los sentimientos se duermen y los deseos agonizan.

Es el cansancio. A veces es físico, a veces es simple aburrimiento. La vida es tan igual cuando no la vemos, que termina por aburrirnos.

En esos días quisiéramos escapar de todo, huir hacia el infinito, o más allá si es posible.

Caminar, sin prisas, pero sin deseos de mirar atrás, hasta perdernos en la eternidad. Solos, sin nadie que nos siga, para alcanzar el grado máximo de soledad.

Son días que los pensamientos huyen ,  las musas se olvidan de nosotros, y las ideas se burlan de nosotros desde un lugar inalcanzable.

Lo que siempre es divertido, en ese instante es cansado, tedioso, esclavizante.

Es el cansancio, que aparece de cuando en cuando, y nos avisa que no somos eternos, que debemos pagar tributo al tiempo, so pena de que nos cobre todo junto, réditos incluidos, y no nos alcance la vida para pagarle.

Así son algunos días. Pero al final, no es nada que un vaso de whisky o de tequila, no puedan curar.

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