Un nuevo cargo
A veces, las responsabilidades me buscan.
Y lo peor es que me encuentran casi siempre desprevenido.
Así me ha tocado ocupar un montón de cargos, algunos simbólicos, pero que de todas maneras requieren sublimarse para sacarlos adelante y hacer un buen papel.
Algunos llegaron muy temprano, y si no había experiencia, sí había suficiente audacia para emprenderlos.
Un día me encontré dirigiendo un periódico importante a la edad en que muchos apenas comienzan a soñar.
Esa audacia me impulsó a mil aventuras, desde proyectos sociales hasta lucha sindical.
A veces causan problemas, venganzas mal veladas por los callos y las vanidades que se pisan.
He hecho amigos y enemigos, cierto. Más los primeros que los últimos.
Ahora me arrojan a un nuevo proyecto. Ser vicepresidente de la Asociación de Periodistas de Nuevo León.
Como siempre, no sé a ciencia cierta qué debo hacer. Lo iré aprendiendo en el camino, que siempre tiene bastantes pasos para lograrlo.
Llega en buen momento, cuando se requiere saber que estamos vivos, vigentes y efectivos.
Y que no importa la trinchera. Siempre se podrá ayudar a los demás.
Enero 29 de 2009
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